¿Ya nos hemos olvidado de la sequía?
febrero 13, 2021La borrasca Filomena llegó por el día de Reyes a Canarias, con lluvias copiosas en La Palma y al oeste y sur de Tenerife. Corrió el agua por algunos barrancos, como el palmero de Las Angustias, desagüe natural de la Caldera de Taburiente. Agua que, como siempre, terminó por días derrochada en el mar. Nada nuevo.
Más allá de estas puntuales adversidades meteorológicas, el fenómeno de los constantes alisios hacen que siempre exista mucha humedad, lo que sin ser ningún "lumbrera" en la materia, esta realidad hace que en las cumbres de La Palma se almacene mucha agua en capas freáticas. De hecho, La Palma tiene una corriente continua que brota en la Caldera de Taburiente y sale al mar por el Barranco de Las Angustias.
No obstante, con las lluvias registradas, que no han cambiado la realidad hidráulica, ni falta hacía, dado que no existe problema de abastecimiento sino más bien de gestión de este bien tan preciado, parece que ya todos se olvidaron de "la sequía en la Isla más lluviosa", de esos constantes titulares o del discurso que con "calzador" se metió por los últimos años entre la sociedad. La sequía, la misma que "obligó" a recuperar pozos inoperativos en La Palma, y con la que los propietarios de "cuatro pozos" de la Isla hicieron llegar al Cabildo sus propuestas para que estas infraestructuras fuesen puestas de nuevo en funcionamiento, obviamente con subvenciones.
Todo el meollo de esta situación, me hace replantearme nuevamente lo siguiente: ¿Escasez de agua en La Palma o deficiente gestión de un recurso natural escaso?.
Me despido de estas líneas, no antes sin dejarles un vídeo del temporal de nieve que hemos sufrido por Luxemburgo, en estos últimos días. Aquí, por ahora, no se ha privatizado la nieve. Ahí lo dejo.
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