Sánchez hará bueno a Zapatero
abril 12, 2020
Es,
al menos, curioso que, un presidente que no ha pasado por las urnas, y que no
contempla esa posibilidad a corto plazo y que, una vez sentado en el sillón, se
olvidó de su promesa estelar, de su buena intención como salvador universal, de
querer dar, al fin y al cabo, voz al conjunto de la ciudadanía, se aferre, poco
tiempo después, en «vendernos la moto» del diálogo, del proceso democrático
catalán, apoyándose en figuras de la talla de Iglesias que, sin rubor en el
rostro, lo mismo te afama determinados países, dudosos, a la vez que afirma que
no quiere vivir en un país con presos políticos.
Es,
al menos, curioso que, el señor Torra reclame la dimisión de Morenés por su
«discurso insultante», pidiendo que Sánchez se desmarque de sus palabras,
cuando los independentistas no cesan, continúan en su ofensiva, burlándose el
señor Puigdemont y compañía, de nuestra democracia con su desafío hacia nuestro
Estado Social Democrático de Derecho.
Es,
al menos, curioso que, el máximo representante del «socialismo, obrero y
español» carezca de experiencia vital y profesional considerable fuera de la
política. Únicamente, conocemos su «buen hacer» y «destacada pertenencia» a la
Asamblea de Caja Madrid que aprobó las preferentes. ¿Votó a favor?.
Es,
al menos, curioso que, la urgente reforma constitucional, la eliminación del
Senado, por su despilfarro e inutilidad, la ilegalización de los partidos
separatistas, la recuperación de la Sanidad, Educación, y Justicia como
competencias del Estado… sean tabú y, por el contrario, no lo sean el permitir
abrir de nuevo las embajadas catalanas, aprobar una «inyección de liquidez» de
casi nueve millones para los sindicatos, pasarnos la factura de 500.000 euros
por renovar sus muebles de La Moncloa o incrementar de 13 a 17 ministerios, con
un 24% más de gasto en chóferes y asesores.
Es,
al menos, curioso que, «nos obligue a pagar la fiesta para todos», con la
sanidad gratuita para los sin papeles, mientras el ciudadano español, frito a
impuestos, y con una Hacienda centralizada, no puede disfrutar de una tarjeta
sanitaria válida para toda España porque, según estos amantes de la igualdad y
solidaridad, es recentralizar el Estado. Es decir, que todo Dios tenga los
mismos derechos es recentralizar, sin embargo, que existan ciudadanos de
primera, de segunda, de tercera, de preferente y hasta de regional… y, no se
comparta ni información ni tratamiento, condenándote a expedir una tarjeta de
desplazado para que te atiendan, en tu mismo país, es ante todo «progre» para
estos políticos “lumbreras».
¡Gracias
por hacernos la vida más difícil!
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